Esta vez Ozpetek es mucho más suave y más fácil de lidiar
con su sello homosexual, evitando caer en los tópicos de todas las películas sobre homosexuales
melancólicos, genero que se intenta sobreexplotar descaradamente.
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Aida - España |
Esta película está luchando por ser mi obra favorita de Ozpetek.
No quiero estropearle nada a nadie, una sorpresa muy importante espera a
cualquier espectador, cuando la cámara de manera fluida muestra parejas en
diferentes momentos, emana una maravillosa intensidad visual y espiritual, algo
que me encantaría experimentar al ver cualquier película.
El reparto no puede ser perfectamente
espléndido, pero los personajes saben interpretar su papel en armonía, en
particular para Ilaria Occhini (la abuela en la película), un equilibrio real
que expresa abiertamente, que contrarresta la banalidad dramática de la difícil
situación por la salida del armario (es decir, una sombría presencia de Ennio
Fantastichini). Nuestro protagonista, Riccardo Scamarcio, muestra un cierto
temperamento alegre que hace que crezca la química entre él y una
irresistiblemente fascinante Nicole Grimaudo.
La parte de comedia en la película es algo vistoso pero divertido;
la interrupción intermitente de la abuela desborda empatía, aunque también hay
que valorar la suave intromisión (de Pasquale Catalano) y un final más que
discutible que insinúa una perspectiva positiva de la filosofía de nuestro ser.
El desaire flagrante de 2011 de Davide di Donatello (donde sólo
obtuvo una nominación a la Mejor Música), no va a dejar a Ozpetek lejos de ser
el virtuoso más prometedor en el cine italiano contemporáneo.
Puede costar de encontrar en formato físico en tu ciudad, aunque siempre está la alternativa de ver películas online gratis.